martes, 6 de septiembre de 2011

Capítulo 2: El origen de las cosas

Hay muchas cosas que comencé a custionarme en mis primeros meses de vivir sola.

¿La luz no es un derecho? ¿El agua no es de libre acceso para todos?

Quién hubiera imaginado que en este mundo todo se paga.... Y yo que simplemente pensaba que las cosas "venían" porqué sí. O porque siempre tuve la suerte de tener padres que se encargaron de pagar las cuentas sin participarme de este problema.
Las cuentas me abrieron un mundo. Un mundo al que hubiera preferido no conocer nunca.

El tema de las cuentas me recuerda al día en que descubrí que Los Reyes Magos no existían. Me desperté en el medio de la noche y fui caminando en pijama hasta el living para encontrarme a mis padres acomodando los regalos de "reyes" en nuestros zapatitos. Los míos no eran tan zapatitos porque yo ya era grande, tenías casi 10 años. No importaba mi tamaño y mi edad, fue muy triste enterarme de que Melchor, Gaspar y el negro Baltazar eran en realidad Soledad y Pepín.

Ahora, me vuelve a pasar un poco lo mismo. No tengo 10 pero tengo 26 y la cuestión es la misma. Sé que no existen los reyes, pero también creía ingenuamente que la vida era generosa y que la gente que decía "en este mundo todo se paga" era materialista. Tenía una visión más romántica de la vida.
Ahora que vivo sola lo veo todo con claridad. Lo entiendo perfectamente. TODO SE PAGA.
Rápidamente me introduzco al enajenante mundo de las cuentas. Descubro que las cuentas se deslizan por debajo de mi puerta. Y no sólo eso, sino que también me doy cuenta de que soy YO la que tiene que pagarlas!! Ellas dependen de mí.
En casa de mi madre sólo llegué al grado 1 de conciencia: saber que existían.
Ahora que vivo sola, soy conciente del complejo proceso que involucra la llegada de las cuentas: Las cuentas llegan, uno las tiene que ir a pagar PERO al mismo tiempo asimilar que no es plata que se desliza por debajo de la puerta sino que uno tiene que GENERAR. Y para generar esa plata hay que trabajar, sin pararrrrrr!!!!! Sin parar!!! Porque si uno no trabaja las cuentas no se pagan!!! Sino se pagan las cuentas, nadie más las va a pagar. No hay otro. Estamos solos frente a las cuentas. Es una lucha individual.
Y lo más trágico del proceso es que si nadie paga, nos morimos de inanición. El que no paga muere. Esto es una selva.
Yo sé que esto suena simple, pero lo que cuesta verdaderamente es comprenderlo e incorporarlo a nuestros hábitos de vida diaria.

Por ejemplo: cosas que yo solía hacer antes cuando no comprendía el concepto "cuentas".
1) Prendía luces, muchas, a toda hora y por largos períodos.
2) Abría canillas y el agua corría libremente como manantial
3)Hablaba por teléfono durante horas y horas como si me importara mucho lo que el otro tuviera para decirme
4) Durante los fríos inviernos no me cuestionaba el hecho de que la casa estuviera siempre "calentita"
5) No pagaba un alquiler!!!! Era una persona con familia por favor!!!
6) No tenía idea de lo significaba ABL

Aprendi muchas cosas de las cuentas. De cómo manejarlas, recibirlas y cuando pagarlas.
Lo primero que pago son las expensas y el alquiler porque sino me quedo sin hogar. Eso hay que aprenderlo rápido porque se te va el tren, te quedas sin plata y a la calle. El mundo es duro y no te perdona. Después, acerca del resto: Telecom es el primero en llegar, siempre a fin del mes anterior cuando uno está en la lona, recuperándose de los gastos interminables y ya no te queda un peso para pagar una cuenta más. Ahí llega Telecom a tu puerta para avisarte que el mes siguiente está por venir y que eso no termina nunca. AYSA llega después. Metrogas y Edesur llegan juntitas no sé porque, cada dos meses. ABL es trimestral y es la que más me gusta porque es toda color verde. Me gusta verla. Por lo menos es linda a la vista, las otras son feas.

Es difícil crecer... La famosa frase "no llego a fin de mes" para mí era sólo un decir. Ahora me doy cuenta, y no el 28, 29 de mes, sino el día 10, después de pagar todas las cuentas que realmente NO LLEGO A FIN DE MESSSSSS. Y no lo digo sólo para hacerme la adulta, sino que es una expresión, un llamado desesperado al mundo. El mundo no escucha obviamente, es cruel.
Mi sueldo está siempre en tránsito, no es para nada permanente. Entra y se ramifica en gastos y cuentas. Después, sólo queda un pequeño resto que se convierte en el fondo de un superviviente. Y con eso sobrevivimos lo que queda del mes.